La exposición estuvo varios meses en el Espacio de Igualdad María de Maeztu, de Madrid, en donde, a raíz de la misma, se me invitó a hacer una presentación y a realizar varios talleres a los que acudieron mujeres de todas las edades. Y, ¿qué decir de esa experiencia? Pues, sencillamente, que fue maravilloso poder escuchar a mujeres de otras generaciones compartir sus vivencias y aprender de ellas.